La metanfetamina es una droga sintética estimulante del sistema nervioso central. Su nombre científico es desoxiefedrina. A la metanfetamina se le conoce comúnmente como “speed”, “meth” y “chalk”. A su formas para fumar se le refiere a menudo como “ice”, “cristal”, “crank”, y “vidrio”. Desde Amas Terapia queremos concienciar sobre el peligro de esta droga.
Que es
La metanfetamina es una sustancia estimulante del grupo de las anfetaminas y de la familia de las fenetilaminas, con una estructura química parecida a la efedrina y al neurotransmisor adrenalina. Se suele presentar como polvo blanco o color hueso, cristalino, inodoro y de sabor muy amargo. También se puede encontrar en pastillas, cápsulas o cristales grandes.
Origen
La anfetamina fue sintetizada por primera vez en Alemania en el año 1887 por el químico rumano Lazar Edeleanu que la denominó fenilisopropilamina. Poco después fue sintetizada la metanfetamina a partir de la efedrina en el año 1893 por el químico japonés Nagai Nagayoshi. La sustancia no fue usada en farmacia hasta 1934 cuando comenzó a ser vendida en inhaladores como descongestivo bajo el nombre de Benzedrina. En 1935 se descubrieron sus efectos estimulantes y comenzó a ser utilizada para el tratamiento de la narcolepsia; más tarde, en 1937, se usó también para tratar el TDAH. Durante la Segunda Guerra Mundial tanto la anfetamina como la metanfetamina fueron utilizadas debido a sus propiedades estimulantes. A medida que se fue observando su potencial de dependencia, los gobiernos comenzaron a poner estrictas restricciones en su venta. Aun estando controladas, tanto la anfetamina como la metanfetamina, han seguido utilizándose tanto legal como ilegalmente para propósitos muy variados. Fue hacia finales de los 80´s cuando se popularizó el uso fumado de la metanfetamina.
Como se consume
Se puede consumir por vía oral, inhalada, fumada, o inyectada. La forma de consumo determina el tipo y la magnitud de sus efectos. Cuando se esnifa o fuma, los efectos suelen aparecer a los pocos minutos, mientras que si su consumo es por vía oral esos efectos tardan en aparecer una media hora. Sea cual sea la vía, cantidades bajas de esta sustancia producen efectos considerables.
Efectos cuando se consume
La metanfetamina no es una droga inocua. Incrementa los niveles de dopamina de modo muy importante. La liberación de dopamina en el cerebro causa efectos físicos similares a los de otros estimulantes. Quienes la consumen hablan de un subidón de energía, unido a euforia y a una libido potenciada.
Los principales efectos deseados son:
- Sensación de energía y euforia
- Incremento en el nivel de alerta y del rendimiento intelectual
- Incremento del deseo sexual
- Disminución de las inhibiciones
A corto plazo
A corto plazo, el consumo de metanfetamina lleva a sentirse muy despierto y activo y elimina el apetito, al tiempo que se dilatan las pupilas, aumentan la frecuencia cardíaca y respiratoria, y también la presión arterial, por lo que puede causar serios problemas cardiovasculares. La ingesta de dosis elevadas hace subir la temperatura corporal, y puede causar lesiones en las arterias del cerebro, apareciendo convulsiones y riesgo de muerte si no se trata inmediatamente. Por otra parte, puede desencadenar efectos psiquiátricos agudos como ansiedad, insomnio, paranoia, ataques de pánico, y conducta agresiva.
A largo plazo
A largo plazo, el abuso de metanfetamina tiene muchas consecuencias negativas, entre ellas la adicción. La adicción es una enfermedad crónica y recidivante, que lleva a la busca de la droga y a su uso de forma compulsiva, con cambios funcionales y moleculares en el cerebro. Como con otras drogas, aparece tolerancia y sus efectos placenteros disminuyen con el uso repetido. Esto lleva a consumir dosis más altas, o con mayor frecuencia, para obtener el efecto buscado. Los adictos pueden perder la capacidad de experimentar cualquier otro placer, lo que les conduce a un abuso mayor. El síndrome de abstinencia aparece cuando un consumidor habitual deja de tomar la sustancia. Los síntomas más frecuentes son depresión, ansiedad, cansancio y un deseo muy intenso de consumir. Además de la adicción, las personas que usan metanfetamina a largo plazo pueden tener, con mayor frecuencia, síntomas psiquiátricos como ansiedad, confusión, insomnio, cambios de humor, y desarrollar una conducta violenta. Pueden también presentar caracteres psicóticos como paranoia, alucinaciones visuales y auditivas, e ilusiones (como sentir insectos bajo la piel). Estos síntomas psicóticos pueden cesar al abandonar el consumo, o bien mantenerse durante meses o, incluso, años. Además, pueden reaparecer en situaciones de estrés. Estos problemas reflejan cambios significativos en el cerebro causados por la metanfetamina. Estudios de neuroimagen y experimentos con primates han documentado cambios en la estructura y el funcionamiento cerebral debidos al uso de metanfetamina, lo que explica por qué cuesta tanto tratar la adicción y por qué las recaídas son tan frecuentes al principio del tratamiento
Además de la adicción, las personas que usan metanfetamina a largo plazo pueden tener, con mayor frecuencia, síntomas psiquiátricos como ansiedad, confusión, insomnio, cambios de humor, y desarrollar una conducta violenta.
Riesgos
Efectos adversos frecuentes
Junto con los efectos buscados y deseados, también aparecen otros efectos producto de la estimulación:
- Aumento de la tasa cardíaca, del ritmo respiratorio y de la presión arterial.
- Hipertermia.
- Insomnio.
- “Mandibuleo”.
- Dolor de cabeza.
- Boca seca.
- Dificultades para orinar o para alcanzar la erección.
- Pérdida de apetito.
Efectos tóxicos/graves
El consumo de grandes cantidades puede generar irritabilidad, sentimientos de inseguridad, conductas impulsivas y compulsivas. Estos síntomas son señales de alarma e informan que se debe cesar el consumo y descansar. En caso contrario, continuar con el consumo aumenta la probabilidad de sufrir una psicosis anfetamínica. Estos episodios se caracterizan por la aparición de paranoias y alucinaciones, magnificados por el desgaste físico y mental producido por la privación del sueño, la falta de hidratación y alimentación. Los síntomas psicóticos pueden durar varias horas, incluso más de un día. Suelen desaparecer al dormir y dejar de consumir, en caso contrario, deberá solicitar ayuda médica.
En personas con enfermedades mentales, antecedentes familiares con trastornos mentales y personalidades predispuestas (sobre todo de tipo psicótico) estos síntomas pueden aparecer en cantidades inferiores, incluso sin la privación del sueño.
También pueden producirse cuadros de intoxicación:
- Leve: agitación, irritabilidad, insomnio, temblores, sobreestimulación, sudoración, dilatación pupilar y ruborización.
- Moderada: hiperactividad, confusión, hipertensión, respiración rápida, taquicardia e hipertermia.
- Grave: delirios, manías, autolesiones, hipertensión, taquicardia, arritmia, fiebre, convulsiones, coma y colapso circulatorio.
La metanfetamina produce tolerancia con rapidez y es necesario incrementar la dosis para conseguir los mismos efectos. El riesgo de dependencia es más elevado al de otras drogas de uso recreativo. Es relativamente frecuente el que personas que son capaces de controlar el uso recreativo de otras sustancias tengan problemas para poner límites a su consumo de metanfetamina. Los problemas familiares, económicos y sociales en quienes hacen un uso habitual de metanfetamina son frecuentes. Las vías de administración inyectada y fumada incrementan estos riesgos.
La adicción se puede tratar
Lo mejor que se puede hacer por una persona que tiene un problema de abuso de metanfetamina es ayudarle a encontrar ayuda profesional. La red de centros de atención a las adicciones es la mejor opción. Los tratamientos más eficaces para luchar contra la adicción a la metanfetamina hasta el momento son las terapias conductuales, tanto la terapia cognitivo conductual que ayuda a los pacientes a reconocer, evitar y hacer frente a las situaciones en las que es probable que consuman drogas, como las de manejo de contingencias que usan incentivos para alentar a los pacientes a no consumir la droga.
Desde Amay A.Mas Terapia, centro de tratamiento de adicciones situado en Valencia, tratamos todo tipo de adicciones con o sin sustancia con el método Minnesota. Si tienes algún familiar o amigo o tú mismo te encuentras en esta situación no dudes en contactar con nosotros, la adicción se puede tratar.