Detectar a un alcohólico
El hecho de poder detectar a un alcohólico puede hacerse principalmente por su conducta en función del estado de adicción el que se encuentre. Conforme avanza la enfermedad, el adicto empieza a desarrollar cambios significativos cada vez más notables en su personalidad que rompen sus hábitos de vida y acaban afectando a su entorno. El individuo desarrolla una dependencia al alcohol creciente con el alcohol que le impide concentrar sus pensamientos en cualquier otra cosa. De esta manera, a medida que pase el tiempo, utilizará cualquier medio a su alcance para conseguir beber alcohol de nuevo.
Cómo saber si eres alcohólico
Para poder detectar a un alcohólico hay que tener en cuenta tres fases de su adicción. En una primera fase, la persona adicta al alcohol empieza aumentando progresivamente la cantidad de alcohol que ingiere regularmente. Llegados a cierto punto, acaba bebiendo cada vez con intervalos de abstinencia más breves hasta hacerlo a cualquier hora del día. De esta manera, sólo piensa en cuándo llegará el momento de beber.
En una segunda fase, el alcohólico rompe todos sus hábitos y rutinas con tal de poder beber alcohol de nuevo. Faltar al trabajo, llegar tarde a casa, escaparse para beber alcohol e inventar excusas para los familiares, etc. son situaciones recurrentes que se utilizan cuando el grado de adicción al alcohol es bastante avanzado. En este punto empiezan a generarse los problemas sociales y familiares debido a la conducta irresponsable de la persona.
En una tercera fase, siendo consciente de su problema, el alcohólico no puede evitar hacer cuanto pueda por conseguir alcohol de nuevo. Algunas situaciones habituales son la de utilizar los ahorros familiares para consumir, no dejarse ayudar por su entorno y la pérdida de vínculos con sus seres queridos.
Tanto la persona adicta como su entorno cercano deben ser conscientes de que se trata de una enfermedad y de que éste tiene un problema grave. Necesita apoyo para curar su padecimiento, y difícilmente podrá superar la adicción sin ayuda. Sin refuerzos, voluntad ni confianza, la rehabilitación del alcohol se vuelve una tarea prácticamente imposible.
Personas que son alcohólicas
A veces, detectar a un alcohólico puede resultar sencillo según el estilo de vida poco sano que lleve la persona. Existen dos formas en que una persona puede volverse adicta al alcohol. Por un lado, por su predisposición genética. Según su biología, es posible que tanto su organismo como su mente sean más vulnerables hacia los estímulos que producen las drogas y las sustancias adictivas. Con lo cual, facilitan la creación de una falsa necesidad de consumir elementos que generen dependencia. Normalmente, esta situación se da en casos de herencia genética. En éstos, puede ser que el individuo contenga una genética especial (predisposición a trastornos, variaciones hormonales o deficiencias biológicas), o la haya adquirido por herencia familiar. Es decir, que algún familiar haya tenido problemas con las drogas y/o comportamientos adictivos que hayan acabado transmitiendo a sus descendientes o a la siguiente generación familiar.
Por otro lado, una persona puede volverse adicta al alcohol si posee una actitud compleja y fuera de lo común. Es decir, moldeada por las presiones de su ambiente, socialmente inadaptada, por inquietudes generadas por su personalidad, fracasos, etc. Se trata de la situación más común ya que depende exclusivamente de los cambios emocionales. Este tipo de casos se generan habitualmente por depresiones, deseos frustrados o hábitos de vida perjudiciales.
Ayudar a un alcohólico
Para ayudar a un adicto al alcohol es necesario ser responsable y tener mucha sensibilidad entorno a la cuestión. Sea consciente o no, la actitud del alcohólico puede ser imprevisible y generar consecuencias derivadas si la situación no se trata correctamente. Hay que recalcar que, aunque el adicto necesita toda la ayuda posible, deben ser principalmente su familia y sus amigos quienes tomen el control de la situación.
Es posible que la persona alcohólica sea consciente o no de su dependencia del alcohol. En cualquiera de los dos casos, va a tener miedo, dudas y ansiedad entre otros síntomas a la hora de iniciar su rehabilitación. Las personas psicológicamente más cercanas a él/ella deben hacerle entender que su adicción se trata de una enfermedad de la cual debe curarse para conseguir un mejor modo de vida. Durante este período de tiempo, el adicto al alcohol puede llegar a renunciar a una cura para el alcohol por su propia inseguridad y por la depresión en la que se encuentra. Sin embargo, las personas que están a su lado deben prestarle el apoyo necesario en todo momento.
Algunas acciones que se pueden realizar para ayudar a una persona alcohólica son:
- Hacerle entender que su adicción es una enfermedad de la cual debe tratarse
- Mostrarle la realidad de su dependencia al alcohol. Hablarle de cómo ha cambiado su vida tras esta droga
- Asegurarle que se le apoya siempre, con el fin de incrementar su confianza
- Hablarle en tono cálido, amistoso y cercano
- Proponerle opciones prácticas y positivas para reducir su consumo de alcohol
- Animarle en sus momentos más oscuros de depresión y ansiedad
- Realizar terapia psicológica para recuperar su salud emocional
- Si se ve capaz, iniciar un tratamiento efectivo en un centro de desintoxicación
Centro de rehabilitación Valencia
Los centros de desintoxicación del alcohol son sitios donde el paciente puede iniciar un tratamiento efectivo contra la adicción. Para conseguir una rehabilitación completa utilizan una metodología probada que se basa en la terapia psicológica junto con ejercicios que facilitan el camino hacia una abstinencia progresiva.
Tanto el paciente como su familia pueden llegar a recuperar una vida normal y con plena salud física y emocional para dejar atrás los estragos provocados por el alcohol. En nuestro centro de desintoxicación en Valencia tratamos profesionalmente a las personas afectadas por la adicción. De este modo, pueden llegar a recuperarse y conseguir la abstinencia total del alcohol.