El sufrimiento causado por la cocaína
El sufrimiento causado por la cocaína es un tema complejo que abarca tanto a nivel individual como a nivel social. La cocaína, una droga estimulante altamente adictiva, ha dejado a su paso una estela de dolor y destrucción en la vida de muchas personas.
A nivel individual, el sufrimiento causado por la cocaína se manifiesta en diversas formas. Desde el momento en que alguien se ve atrapado en el ciclo de la adicción, su salud física y mental comienza a deteriorarse. El consumo continuo de cocaína puede llevar a problemas cardíacos, trastornos del sueño, ansiedad, paranoia y depresión. La adicción a menudo aliena a las personas de sus seres queridos, generando conflictos familiares y socavando las relaciones personales.
Además, la búsqueda constante de la droga y la necesidad de financiar el hábito conducen a problemas financieros y a menudo a la participación en actividades ilegales. Muchos individuos caen en un círculo vicioso de criminalidad, enfrentándose a consecuencias legales que agravan aún más su sufrimiento.
A nivel social, la cocaína contribuye significativamente a problemas como la criminalidad, la violencia y la descomposición de comunidades. El narcotráfico y la distribución ilegal de cocaína han desencadenado conflictos armados en diferentes regiones del mundo, causando estragos en la vida de personas inocentes que se ven atrapadas en medio de la violencia.
El sufrimiento causado por la cocaína también se refleja en la sobrecarga de los sistemas de salud y de tratamiento de adicciones.
Uno de los efectos más duros de padecer una adicción es el síndrome de abstinencia. Y en el caso de la cocaína, este síndrome es especialmente agresivo. En el artículo de hoy veremos cómo afecta este síndrome y los efectos que produce en el organismo.
La cocaína, una droga muy adictiva
La cocaína es una droga estimulante y adictiva que se elabora con las hojas de la planta de coca, originaria de América del Sur. Esta sustancia aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que participa en el control del movimiento y la recompensa. El consumo de cocaína genera en la persona una momentánea sensación de euforia y felicidad extrema y un estado de alerta que aumenta la sensibilidad a los estímulos visuales y auditivos. Sin embargo, se trata también de una droga altamente adictiva, por lo que consumirla con frecuencia suele acabar desarrollando el llamado síndrome de abstinencia en el adicto.
¿Cómo es el síndrome de abstinencia de la cocaína?
El síndrome de abstinencia a la cocaína se caracteriza por la aparición de trastornos tanto físicos como psíquicos, que muchas veces llevan a la necesidad compulsiva de seguir consumiendo. Habitualmente, esta sintomatología se presenta cuando se interrumpe el consumo de la droga, mientras que la duración de los síntomas, dependerán de factores como la dosis, el tiempo de consumo y la presencia de cualquier condición preexistente al consumo. Se han hecho estudios en animales que demostrarían que el impulso por volver a consumir no disminuiría a medida que pasa el tiempo, sino que incluso va aumentando.
Básicamente, un uso prolongado de cocaína provoca que el cerebro se adapte al consumo y que bajen los niveles de dopamina. De este modo, la persona necesita aumentar cada vez más el consumo para obtener los mismos efectos de las primeras dosis, ya que su cerebro se ha habituado a la droga. Esta situación se da porque la cocaína ha afectado a los neurotransmisores y el cerebro ha experimentado cambios en su circuito, de forma que únicamente puede funcionar con normalidad si la cocaína está presente.
Síntomas del síndrome de abstinencia de la cocaína
Los efectos del síndrome de abstinencia aparecen una vez que el adicto abandona el hábito de consumir cocaína o tras pasar un tiempo determinado sin tomar ninguna dosis. Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, y la experiencia de la abstinencia puede ser diferente para cada individuo. Estos síntomas pueden ser varios entre los que encontramos:
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Fatiga y agotamiento
Las personas que atraviesan el síndrome de abstinencia de la cocaína suelen experimentar una fuerte sensación de fatiga y falta de energía.
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Depresión
La cocaína afecta los niveles de dopamina en el cerebro, y la interrupción abrupta del consumo puede llevar a una depresión intensa. Los sentimientos de tristeza, desesperanza y falta de interés en actividades cotidianas son comunes.
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Ansiedad
La ansiedad es otro síntoma característico de la abstinencia de la cocaína. Puede manifestarse como nerviosismo, inquietud y dificultad para concentrarse.
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Aumento del apetito
La cocaína a menudo suprime el apetito, y la abstinencia puede revertir este efecto, causando un aumento significativo en el deseo de comer.
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Sueño alterado
Las personas en abstinencia de cocaína pueden experimentar problemas para conciliar el sueño o mantener un patrón de sueño regular. También es común experimentar sueños vívidos o pesadillas.
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Irritabilidad
La irritabilidad y cambios bruscos de humor son síntomas frecuentes durante la abstinencia. Las personas pueden sentirse fácilmente molestas o frustradas.
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Agitación y temblores
La cocaína estimula el sistema nervioso central, y al dejar de consumirla, algunas personas experimentan agitación física y temblores.
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Dificultades cognitivas
Problemas con la concentración y la memoria son comunes durante la abstinencia de la cocaína. Pueden experimentarse lagunas mentales y dificultades para realizar tareas cognitivas.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y duración según la gravedad de la adicción y la respuesta individual al proceso de abstinencia. Buscar ayuda profesional y apoyo durante este período es crucial para manejar estos síntomas y evitar recaídas en el consumo de cocaína.
¿Cuánto dura el síndrome de abstinencia de la cocaína?
La duración de este síndrome depende de factores como las cantidades consumidas y el patrón de consumo del adicto. Según estudios realizados al respecto, existirían tres fases en el síndrome de abstinencia de la coca:
Primera fase. Se caracteriza por ser una fase leve de abatimiento o crash. Su duración va de unas horas hasta cinco días. Durante esta fase, el paciente experimenta una sintomatología depresiva con debilidad, trastornos del sueño (somnolencia e insomnio), irritabilidad y un intenso deseo de consumir o craving. Este fuerte deseo se produce durante las primeras 24 horas y suele desaparecer entre el tercer y quinto día.
Segunda fase o fase grave de abstinencia. La probabilidad de recaída en esta fase es muy alta. Al principio puede parecer que el paciente se tranquiliza ya que se normaliza el estado de ánimo y del sueño y disminuyen tanto la ansiedad como el deseo de consumir. Sin embargo, esto sólo dura unos días, tras los cuales aparecen síntomas diversos como irritabilidad, ansiedad y de nuevo el craving. Esta fase suele durar de una a diez semanas.
Tercera fase. También llamada de extinción. Su duración es indeterminada y se caracteriza porque la sintomatología depresiva va desapareciendo, recuperándose el estado de ánimo normal. Aun así, el paciente puede sentir deseos de consumir cocaína ya sea por el recuerdo de la euforia que sentía al tomar la droga, o por los estímulos condicionados que se producían a su alrededor.
Existe tratamiento
Sin embargo, aunque haya concluido el periodo de abstinencia, el riesgo de recaída en la adicción sigue siendo alto. Por ese motivo, hay que estar alerta y reaccionar ante cualquier evidencia que pueda mostrar que ha habido una vuelta al consumo de la droga. En cualquier caso, el ingreso en un centro de tratamiento de adicciones es la mejor opción para luchar contra la adicción y sus síntomas.
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