Según un estudio realizado a personas con adicción a la cocaína, los consumidores de esta substancia presentan una hiperactivación de una región cerebral llamada núcleo estriado ventral. Ésta pertenece al “circuito de recompensa” cerebral y es la responsable de comportamientos básicos, como la alimentación y el sexo. Por otra parte, un consumo excesivo y periódico también hace que se active de forma “anómala” la corteza prefrontal. Una zona del cerebro encargada de la regulación del comportamiento humano, y que inhibe los comportamientos impulsivos automáticos. Hoy te explicamos cómo estos cambios inciden en la conducta del adicto y cómo puede impedir su recuperación hacia un estado de salud más positivo.
El cerebro de una persona con adicción a la cocaína cambia completamente cuando ésta lleva tiempo con un hábito de consumo regular y elevado. No sólo se altera su conducta, sino que toda su química cerebral produce cambios a nivel orgánico que afectan a la salud de diferentes formas. Desde un inicio, se altera el equilibrio de dos zonas clave del sistema cerebral, el estriado ventral y la corteza prefrontal. En consecuencia, se producen dificultades en el establecimiento de prioridades. La toma de decisiones y la inhibición de comportamientos inapropiados también se ven afectadas y se vuelven procesos mucho más complejos.
Negar la adicción a la cocaína
El período que transcurre desde que una persona cede ante una adicción hasta que se recupera de ella está caracterizado por distintas fases. Estas etapas dependen de su experiencia personal y de la actitud que adopta el adicto en cuanto al hecho de querer rehabilitarse. Por otro lado, hay una muy importante y que es vital que se acepte lo antes posible antes de escoger un tratamiento. Se trata de la negación, un lapso de tiempo en el que el usuario no es capaz de aceptar que sufre una conducta adictiva. La realidad es que la magnitud del grado de adicción de una persona a una sustancia viene determinado frecuentemente por la dureza de su negación.
Una de las características de negar una adicción es que aumenta la dependencia, o la adicción a la cocaína, en este caso. En consecuencia, el enfermo se aparta de la realidad y no acepta el hecho de que su adicción no es perjudicial. Además, en muchos casos la persona no es consciente de estar negando su trastorno.
Tipologías de negación en la adicción a la cocaína
La fase de negación en un trastorno adictivo es quizás la más destacada y la que supone un reto más difícil. Por ello, puede manifestarse de varias formas durante el período en que dura la adicción:
- Negación: Se trata de la negación simple y en omitir las consecuencias negativas que tiene la adicción sobre la vida del adicto.
- Minimización: Se basa en restarle importancia a las consecuencias negativas del abuso a una sustancia, como si no existieran.
- Justificación: La persona que consume utiliza una explicación racional para justificar la adiccion a la cocaina. Así consigue autoconvencerse de que la dependencia que sufre es la única solución.
- Racionalización: El adicto trata de dar una explicación lógica a su adicción, a pesar de que no la tenga para las demás personas.
- Proyección: Este fenómeno se basa en culpabilizar a los otros de los problemas que el adicto a la cocaína está viviendo personalmente. De esta forma se desentiende y no se siente tan culpable.
- Futurización: La persona con adicción a la cocaína utiliza el consumo de la sustancia para “salir” de la realidad del presente y vivir en el futuro, como una forma de no estar en contacto con su propia realidad.
El autoengaño en las adicciones no solo sirve para esconder a los demás los problemas con el consumo. También sirve para ocultarse a uno mismo una realidad desagradable que puede convertirse en una amenaza a la seguridad, la estabilidad y la integridad personales. Existen un sinfín de motivos por los que una persona puede llegar a actuar de este modo. Sin embargo, es un proceso natural por el que todos los adictos pasan y deben superar tarde o temprano.
¿Cómo afecta la negación de una adicción a la familia?
La negación de una adicción no es un fenómeno exclusivo de la persona que consume. También es habitual que en muchas ocasiones la familia adopte una codependencia con la situación que vive el adicto. De forma inconsciente, los familiares que conviven con él tienden a desarrollar comportamientos similares a los de éste. El objetivo del cual es mitigar el padecimiento y el caos que sufre debido a la conducta adictiva. De esta forma, acaban comportándose como el enfermo, pero sin haber consumido. En consecuencia, aceptan la negación como pauta de conducta de la familia. A pesar de que se consigue crear una situación de aparente equilibrio y armonía, los problemas y las consecuencias negativas aparecen tarde o temprano volviéndose insoportables.
Cuando tanto la familia como el círculo social más cercano del consumidor se ven inmersos en el período de negación de la adicción, las posibilidades de afrontar un tratamiento y de recuperarse se vuelven más escasas. La unidad familiar se vuelve disfuncional y el equilibrio se altera creando confusión en los roles. Por lo que el sustento se acaba poniendo en riesgo. Cuando ocurren estas situaciones y se mezclan con el desconocimiento o la ignorancia hacia la dependencia, los individuos expresan sentimientos de amor y odio al mismo tiempo. En este momento es cuando existe peligro de que se corte la comunicación y existan temas de los que se prohíbe hablar.
No hay que esperar nunca a una situación límite ni a sufrir las peores consecuencias para superar un problema. En Amasterapia, centro de tratamiento de adicciones en Valencia, ayudamos a las personas con adicción a la cocaína y a sus familiares a superar la enfermedad y a volver a una vida sana y equilibrada.