La adicción es una enfermedad que afecta a la persona que la sufre y también a todo su entorno, especialmente a los miembros con los que convive. Los hijos de padres con adicciones se verán afectados. Nadie sabe cómo enfrentarse a la adicción de un familiar. Nadie está preparado para ello, pero si hablamos de niños todavía es peor. Perjudica el bienestar familiar y dificulta la convivencia. Todo se vuelve cuesta arriba.
El primer contacto con el mundo de un niño es su familia. Sus padres serán las personas que les cuidaran, que les protegen y que se preocupan por su seguridad. Son los encargados de educarlos, les condicionarán en su manera de ver y entender el mundo y de ellos aprenderán conductas, actitudes…. Porque los verán como su modelo a seguir, su referente. La figura materna y paterna consolidan la identidad, la personalidad e incluso la autoestima de los pequeños.
Si vives con padres que tienen alguna adicción, has de saber que no estás solo. En A.Mas Terapia, Centro de Tratamiento de Adicciones en Valencia, sabemos lo que estás pasando y te ofrecemos nuestra ayuda para superar esta situación tan dura. Estamos contigo.
¿Cómo afecta la adicción de unos padres a sus hijos?
En un hogar en el que esté presente la adicción, será sinónimo de caos, desorden, de desestructuración… Cuando se produce en un entorno familiar con hijos, hay consecuencias para ellos porque han de enfrentarse a una situación compleja y no saben cómo actuar.
Algunos de los efectos que produce son los siguientes:
- Genera mucha ansiedad y estrés prolongado
El ambiente es tenso, las discusiones son constantes, puede haber violencia, abuso… Todos estos elementos hacen que el hijo del adicto no se note relajado en ningún momento ni esté tranquilo. Está en constante tensión, por no saber qué pasará o por miedo a las consecuencias que se producirán si su padre/madre consume. Por lo tanto, es probable que acaben desarrollando problemas de salud mental, como depresión, ansiedad o estrés.
- Vivir en un entorno lleno de caos e inseguridad
Afectará negativamente a su desarrollo porque no crecen en un ambiente en el que se sientan seguros.
- Los niños, adolescentes o jóvenes asumen responsabilidades que no les tocan
Asumen un rol que no les pertenece. Como sus padres no se hacen responsables de ellos y no se sienten atendidos, se han de ocupar de realizar ellos mismos cuestiones que si no estuvieran en estas circunstancias nunca lo harían: tareas del hogar, si tienen hermanos menores, atenderlos y preocuparse porque estén bien atendidos… Los niños no se sienten atendidos por sus padres, así que se han de ocupar de realizar ellos mismos cuestiones que si no estuvieran en estas circunstancias nunca lo harían: tareas del hogar, si tienen hermanos menores atenderlos, preocuparse por si hay comida, etc.
¿Qué pueden hacer los hijos?
Se suele abordar el tema de las adicciones en relación a padres con hijos adictos, cómo prevenir una adicción en adolescentes, los jóvenes y las drogas y el alcohol, qué pueden hacer unos padres preocupados porque su hijo se está iniciando en el consumo de alguna sustancia… Pero, a la inversa, no hay tanta información. Cuando es el adulto, que se supone que tendría que tener una conducta responsable, padece de una adicción, los hijos se ven totalmente perdidos. No saben qué hacer ni cómo actuar. Se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Pedir ayuda profesional. Buscar grupos de apoyo y no cerrarse emocionalmente. Compartir su experiencia con personas que estén pasando por lo mismo para sentirse apoyadas.
- Tener a alguien de confianza con quien abrirse y poder explicar su situación.
- Detectar y reconocer que hay un problema. A veces, es común fingir que no pasa nada, que todo va bien, o al menos aparentarlo, por miedo al qué dirán o por vergüenza… Es importante permitirse estar mal.
- Concienciarse que la adicción es una enfermedad. Que no se frustren cada vez que les prometen que van a cambiar y vuelven a recaer.
- No sentirse responsables. Es común que experimenten sentimientos de culpabilidad y pensar que de alguna manera ellos son los responsables de que sus padres hayan empezado con esa adicción.
- Tener buenos hábitos, que sean saludables. Hay estudios que indican que los hijos con padres alcohólicos tienen más probabilidades de empezar en el mundo de las adicciones. Por este motivo, es fundamental que se mantengan alejados de hábitos tóxicos.
La codependencia
Cuando alguien tiene una adicción, puede darse lo que se conoce como codependencia en las personas de su entorno más próximo. Es común que cuanto más próxima sea la persona al adicto, más posibilidades tiene de desarrollar codependencia. La codependencia es un trastorno psicológico, una enfermedad, que provoca que el coadicto viva por y para el adicto.
El coadicto se dedica a cuidar a la persona que tiene la adicción y asume el rol de salvador. Se involucra de manera obsesiva con el adicto y le prioriza por encima de todo, incluso llega a dejar de vivir su propia vida por dedicarse a él.
En la codependencia es frecuente negar que existe un problema de adicción, autoengañándose con que <no es para tanto>, <es lo normal> o <por una vez no pasa nada>. El familiar no asume que su ser querido tiene una adicción. Justifica las acciones del adicto, e incluso le encubre de cara a los demás, en parte porque se siente responsable de la adicción de su ser querido.
Aquí hay algunas características y dinámicas comunes asociadas con el coadicto:
- Focalización en el Otro:
- La persona coadicta tiende a centrar su vida en la persona con la que tiene la relación. Esto puede llevar a descuidar sus propias necesidades, metas y bienestar emocional.
- Falta de Límites Claros:
- Los codependientes a menudo tienen dificultades para establecer límites claros entre sí y la persona con la que tienen la relación. Pueden permitir comportamientos perjudiciales y tener dificultades para decir «no».
- Baja Autoestima:
- La baja autoestima es común en las personas codependientes. Pueden sentirse poco valiosos o incluso definir su valor en función de la forma en que son percibidas por la otra persona.
- Necesidad de Control:
- Aunque puede parecer contradictorio, los codependientes a menudo buscan controlar la situación o la otra persona para mantener un sentido de estabilidad. Este control puede manifestarse de diversas maneras, como el intento de resolver todos los problemas de la otra persona.
- Miedo al Abandono:
- Los codependientes suelen tener un miedo profundo al abandono, lo que puede llevarlos a permanecer en relaciones tóxicas mucho tiempo después de que deberían haber terminado.
- Dificultad para expresar emociones:
- Pueden tener dificultades para expresar sus propias emociones y necesidades, ya que a menudo están enfocados en las necesidades de la otra persona.
Es importante destacar que la codependencia no se limita a las relaciones con personas con problemas de adicción, aunque este es un escenario común.
Tratamiento adicciones
Las adicciones más habituales son las que se identifican con una sustancia: alcohol, marihuana, fármacos. Respecto a conductas adictivas: ludopatía, Internet, compras… Es frecuente el policonsumo, la presencia de más de un tipo de adicción. Tanto si se trata de una adicción con o sin sustancia, para poder recuperarse se requiere de un tratamiento.
Adicciones con sustancia
- Alcohol
- Cocaína
- Anfetaminas
- Cannabis
- Sedantes
Adicciones sin sustancia
- Adicción al juego: ludopatía
- Adicción Internet: nuevas tecnologías, videojuegos, redes sociales…
Siempre hay solución
No es fácil que alguien de tu entorno tenga una adicción, y menos para los hijos de padres con adicciones, pero se ha de aceptar y buscar una solución, Ignorar la adicción únicamente empeorará la situación. Por eso, si estás en esta situación y tus padres tienen una adicción, no lo dudes: pide ayuda. Será la única manera de que superen la adicción con éxito.
Contacta con nosotros, Amay A.Mas Terapia es un centro terapéutico donde tratamos las adicciones sin listas de espera y de una manera 100% presencial, estamos ubicados en Valencia. Estamos a tu lado para acompañar a tu familiar y a ti en todo el proceso de recuperación. Aprender a vivir sin drogas es posible.