El alcohol destruye familias
El alcoholismo en la familia es un problema grave. Se trata de un fenómeno que muy frecuentemente se acaba convirtiendo en una fuente de conflictos familiares. Su existencia afecta a todos los miembros de la unidad familiar, alterando radicalmente sus hábitos y costumbres habituales permanentemente. Como la dependencia del alcohol incide de una forma distinta a cada persona, las consecuencias pueden ser más o menos graves en función del puesto que ocupe en la familia. Sin embargo, si no se aplica una solución pronto para terminar con la adicción, todo puede derivar en el divorcio o violencia doméstica.
Cómo afecta el alcohol a las familias
Cuando la persona que bebe alcohol es el marido, normalmente la situación se debe a un nivel demasiado elevado de estrés laboral, frustración u otros conflictos que minan su seguridad y salud emocional. Por el contrario, cuando se trata de la esposa quien bebe alcohol, los problemas se acentúan considerablemente al ser el miembro que dirige el hogar a nivel interno. Aún hoy en día socialmente, el alcoholismo femenino es menos aceptado y por ello, salen menos casos a la luz. Según las costumbres y el sistema actual, el hecho de que las mujeres beban alcohol es un fenómeno mal visto. Por defecto, se les asocia el papel de responsables del hogar, y por ende, el cuidado de la casa y la educación de los hijos.
A pesar de las diferencias que puedan existir en cada familia, cualquier persona que bebe alcohol pasa por unas fases determinadas que conllevan unas consecuencias para el individuo. Posteriormente, estos efectos se agravan, se multiplican y acaban afectando íntegramente a la unidad familiar.
Consecuencias del alcohol familia
Cuando una persona dependiente del alcohol ya se encuentra en un punto de adicción considerable, su enfermedad termina inevitablemente por perjudicar a su entorno más próximo. Normalmente, se trata de la familia, los amigos cercanos, e incluso los compañeros del puesto de trabajo. Tratando específicamente del hogar, existen unas consecuencias que el alcohólico genera en su intento de ocultar la grave situación. Los principales efectos que tiene el alcohol en la familia son:
- Elusión de responsabilidades: La persona alcohólica huye de sus tareas diarias para consumir alcohol. De modo que deja de estar disponible en el hogar, y otro miembro debe aceptar sus responsabilidades con tal de mantener el orden.
- Estancamiento del ocio: El cambio de hábitos de la persona dependiente y la peculiaridad del entorno afecta directamente a la atmósfera del hogar. Todos sus miembros dejan de estar tan unidos y se sienten menos motivados para realizar actividades sociales conjuntamente.
- Menos comunicación: En una primera fase, el alcohólico no habla con su familia sobre su adicción hasta que es descubierto y nacen los primeros problemas domésticos. En una segunda fase, dentro del hogar el alcoholismo se convierte en el tema principal perpetuo como generador de todos los conflictos. Frente a la sociedad, la persona adicta al alcohol adopta una postura de silencio absoluto para ocultar su adicción. Como consecuencia, empiezan a sucederse las mentiras, las ocultaciones de información y las excusas como recurso principal para apartar su alcoholismo de las conversaciones que mantiene.
- Abandono de la familia: Junto con la elusión de las responsabilidades y la pérdida del fuerte vínculo familiar, si el alcohólico es padre entonces las repercusiones pueden ser aún más graves. Su situación de dependencia puede ir acompañada del abandono del hogar y sus seres queridos de forma intermitente o permanentemente. Este hecho se ve motivado por un comportamiento antisocial, la necesidad de beber alcohol, la depresión y una degradada salud emocional de la persona dependiente. Consiguientemente, son los hijos de la persona alcohólica quienes además de sufrir daños psicológicos considerables, asumen el papel de responsabilidad en el hogar.
Ayuda a familiares de alcohólicos
La autoestima es el factor que hay que tener muy presente al tratar a los familiares de una persona alcohólica. En cuanto el adicto abandona el hogar o se rompen los lazos familiares, lo primero que se pierde es la confianza. Sus miembros no están acostumbrados al cambio y padecen de ansiedad, de depresión y varios estados emocionales muy confusos. Por lo tanto, hay que ayudarles a gestionar la nueva situación y a afrontar la incertidumbre para poder recuperar una vida normal.
Si la persona alcohólica sigue en el entorno familiar, se deberá ayudar tanto a ésta como a sus familiares a reconstruir una relación estable y de confianza para mantener la unidad familiar. A continuación, sus seres queridos deberán prestarle apoyo incondicional e inducirle a buscar una solución a su adicción.
Si la persona dependiente del alcohol ya no vive con sus familiares, habrá que tratar psicológicamente a sus seres queridos para que recuperen su modo de vida anterior. Una pérdida es un vacío irreemplazable que queda en la familia. Para conseguir superarlo, deben aprender a convivir con la nueva situación y a aceptarse ellos mismos sin culpabilizarse de los hechos.
Los centros de rehabilitación del alcohol son lugares especializados en adicciones donde las familias afectadas por alcoholismo pueden curarse y volver a tener una vida normal. Mediante la terapia emocional y un proceso de desintoxicación, las personas pueden conseguir la abstinencia y recuperar la salud tanto física como psicológica anterior a las drogas. En valencia, un equipo de profesionales médicos puede ayudarle a dar el paso y dejar atrás la enfermedad del alcohol.