3 enfermedades del alcohol graves
El alcohol es una de las sustancias tóxicas más peligrosas del mundo. No sólo por su capacidad adictiva, sino también por todo el conjunto de consecuencias que acarrea su consumo. Tomarlo frecuentemente puede dañar el organismo seriamente afectando a los órganos vitales. Por ello, hay que adoptar siempre una actitud responsable y preventiva ante los efectos que puede provocar. Hoy te contamos algunas de las enfermedades del alcohol derivadas de un consumo abusivo.
Consecuencias de las enfermedades del alcohol
A pesar de la ya conocida enfermedad del alcoholismo, el consumo del alcohol a largo plazo puede generar consecuencias muy graves para la salud. Cuando éste es asimilado por el organismo, incide en casi cualquier parte del cuerpo desencadenando sus efectos tóxicos. Regiones como el cerebro, los sentidos, el estómago o el hígado son comúnmente de las más afectadas tras una intoxicación o una adicción severa. Por esta razón es importante monitorizar la relación con el alcohol y tratar de evitar al máximo tanto sus efectos primarios como secundarios.
Entre sus efectos secundarios que puede provocar junto con unos malos hábitos existen 3 enfermedades del alcohol de gran magnitud:
Enfermedades del alcohol
Enfermedad de Crohn
Una de las enfermedades del alcohol más graves que pueden llegar a padecerse es la enfermedad de Crohn. Se trata de una inflamación del conducto intestinal que puede provocar serios daños en el organismo, y hasta poner en riesgo la vida de la persona. Entre sus efectos más comunes, existe la posibilidad de generar dolores abdominales, una diarrea intensa, exceso de fatiga, un adelgazamiento repentino y la desnutrición.
La enfermedad de Crohn es un padecimiento muy doloroso y que deja a la persona en un estado de salud muy frágil. Aunque no existe ninguna cura, a largo plazo puede conseguirse que sus efectos remitan en su mayoría mediante terapias y tratamientos especializados.
El origen de esta enfermedad se desconoce, aunque sí son bien sabidos los factores que agravan su situación. Entre ellos destacan principalmente:
- Edad de la persona: Los colectivos vulnerables y con más riesgo de salud están más expuestos a problemas relacionados con el sistema inmunológico.
- Origen étnico: Segun algunos estudios, afecta en mayor medida a las personas blancas, con ascendencia judía y a negros residentes en países anglosajones.
- Herencia familiar: Es posible que la enfermedad se transmita de forma genética en cada generación, pero que sólo se desencadene en ciertos casos.
- Exceso de alcohol y tabaco: Los abusos con las drogas agravan la salud, y en consecuencia, aumentan las posibilidades de sufrir efectos secundarios no deseados.
- Medicamentos antiinflamatorios: Usarlos frecuentemente puede provocar una inflamación del intestino.
- Lugar de residencia: En los países más desarrollados hay más posibilidades de padecer la enfermedad. Puede deberse a condiciones ambientales o a dietas alimenticias específicas.
Síndrome alcohólico fetal
Otra de las enfermedades del alcohol es la del Síndrome alcohólico fetal. Se da en mujeres que consumen alcohol de forma desmedida durante su embarazo o al cual son adictas. La sustancia tóxica no asimilada por el organismo acaba penetrando en todas las regiones corporales, afectando así al feto que lleva dentro.
El alcohol daña el cerebro del futuro bebé y crea problemas en su desarrollo tanto físico como psicológico. A pesar de que los efectos varían en grado y cantidad según la persona, éstos son irreversibles. No existe una cantidad mínima de alcohol que se pueda consumir con seguridad. En cuanto se toman bebidas alcohólicas, se genera la posibilidad de sufrir la enfermedad.
Si una mujer se ve afectada por el Síndrome alcohólico fetal es fundamental que contacte con su médico de forma urgente. Actuar con rapidez puede ayudar a reducir la gravedad de los efectos de la enfermedad. Además, también puede ayudar a prevenir futuros problemas de conducta, de aprendizaje y relacionados con las capacidades cognitivas del bebé.
Enfermedad de Wernicke-Korsakoff
La enfermedad de Wernicke-Korsakoff es un padecimiento neurológico que se produce por déficit de la vitamina B1. Esta vitamina ayuda en el metabolismo de la glucosa, que es la encargada de proporcionar energía al cerebro. Su aparición se debe a un consumo acentuado de alcohol a largo plazo, que, en consecuencia, provoca demencia en el individuo.
Los síntomas de esta enfermedad acostumbran a padecerse a largo plazo. Sin embargo, si la situación de la persona con el alcohol es muy grave, pueden llegar a ser permanentes. Entre los efectos más destacados de esta enfermedad se encuentran la confusión mental, la amnesia y la pérdida de memoria. En consecuencia, los enfermos se vuelven apáticos, no prestan atención, pueden sufrir agitación, e incluso dejan de aprender y almacenar nueva información en su mente.
A pesar de ser una de las enfermedades del alcohol más graves, se puede prevenir con un tratamiento adecuado. Normalmente consiste en una terapia sustitutiva de tiamina junto con otras vitaminas. Además, el paciente deberá dejar de tomar alcohol de forma permanente para no seguir sufriendo sus efectos ni dañar más su cerebro. Una vez superada la rehabilitación, debería poder ser capaz de aprender y realizar tareas sencillas basadas en la repetición.
Cuando los efectos de la enfermedad de Wernicke-Korsakoff son permanentes, también existe un cierto grado de recuperación. Sin embargo, los daños ocasionados sobre el cerebro y la memoria pueden llegar a ser irreversibles. Hecho que también puede afectar al sistema motor y a otras capacidades cognitivas.
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